El avión comercial debía conducir al muralista David Alfaro Siqueiros y su esposa Angélica Arenal de Hong Kong a Nueva Delhi, capital de la India, con una escala en Calcuta. Allí, sin bajar de la aeronave, se llevaría a cabo la inspección médica reglamentaria, para luego seguir viaje.
De modo que, una vez en Calcuta, la sobrecargo pidió a los pasajeros que prepararan sus certificados de vacunación contra el cólera, enfermedad que hacía periódicos estragos en ese país. La inspección se llevó a cabo y fue entonces cuando subió al avión un oficial del Estado Mayor. El militar recorrió con la mirada la fisonomía de todos los pasajeros, hasta decidirse por uno que parecía ser indochino.

El oficial y el pasajero salieron del avión y Siqueiros pudo ver por la ventanilla cómo una numerosa comitiva se acercaba para adornar con flores al desconcertado sujeto. Poco después, regresó el susodicho pasajero al avión, visiblemente tentado de risa. Lo seguía nuevamente el militar que se lo había llevado, quien en esta oportunidad prefirió preguntar con el característico inglés de la India: «Por favor, ¿quién de ustedes es el mexicano?». Siqueiros miró a su alrededor y contestó: «Yo soy uno, no sé si habrá más…».
Aliviado, el militar le pidió al pintor que lo acompañara, ya que en el aeropuerto lo estaba esperando el Primer Ministro de la India, Sri Pandit Jawaharlal Nehru y su hija, Indira Gandhi. En ese momento Siqueiros comprendió que antes habían elegido al otro pasajero, pensando que era mexicano.
El escaso tráfico de viajeros entre México y la India, allá por 1956, mantenía a estos últimos en la creencia de que un mexicano es del tipo azteca, o nada. De modo que el oficial nunca hubiera elegido a Siqueiros y esposa entre los pasajeros, ya que no coincidían sus facciones con sus expectativas.

Superado el error, David y Angélica desembarcaron y las flores del indochino se las colgaron esta vez a ellos. Claro que con cierto recelo, ya que la gran comitiva seguía mirando de reojo al avión, augurando una nueva equivocación. Los homenajeados, aunque llevaban como destino Nueva Delhi, supieron que la escala de Calcuta se prolongaría más de lo esperado, que el avión se iría sin ellos y que más tarde seguirían camino en el jet privado del Primer Ministro.
Terminado el agasajo inicial, Nehru se acercó a Siqueiros y con la voz cascada por una estruendosa carcajada le dijo:»¿Qué le parece? Creyendo que era usted, el oficial hizo bajar del avión a un vietnamita que ni siquiera hablaba inglés. Sin darle tiempo a dar explicaciones, le hicieron los honores. Si hubiera visto la cara de asombro ese pobre hombre… ¿Por qué tiene usted ese tipo tan antimexicano?».
El muralista le explicó al Primer Ministro que los mexicanos son «mezcla de gachupín (español) e indio, y a veces predomina el gachupín».
Y de inmediato Indira Gandhi reconoció que Siqueiros tenía algo «de piel roja: su nariz, el perfil y otras muchas cosas». Aunque había un rasgo que la desconcertaba: los ojos verdes del pintor. «Pero, por otro lado, en la India los ojos verdes son muy comunes entre hindúes que suponemos de pura raza», argumentó Indira y dio por concluida la polémica sobre el tipo mexicano.
Ficha Personal
- Nombre completo: José David Alfaro Siqueiros (1896-1974).
- Nació en Chihuahua, México. Vivió en Guanajuato, México DF, Taxco, París, Barcelona, Estados Unidos y pasó una temporada en Sudamérica.
- Muralista. Sus frescos remiten a la temática revolucionaria, con estudiados escorzos, una fuerza característica y colores vibrantes.
- Dada su militancia en el Partido Comunista Mexicano, fue acusado en unas siete oportunidades de participar en actividades ilegales y encarcelado por largos períodos de tiempo.
Fuente: Me llamaban el Coronelazo, Memorias de David Alfaro Siqueiros, Editorial Grijalbo, 1977.
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